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Mostrando las entradas de 2022

IMPREVISTOS

Como suspendida en el aire, en un momento cualquiera pero consciente de mi existencia, mi mente comenzó a buscar a gran velocidad entre las escasas imágenes que conformaban el archivo visual de mi memoria, una especie de historial de vivencias marcadas todas con un mismo significado que terminaba confirmando, pero en este año que se termina surgió un imprevisto: por primera vez sentí en carne y hueso que mi vida era prestada, que un movimiento en falso bastaba para que ya no pudiera estar y abrazarla.   Intento recordar los motivos por lo que llegué hasta aquí con mi vida, de irme a vivir a Italia y del Etna trayéndome de vuelta, de intentar suicidarme a que me salvara el hombre de mi vida para que naciera Ella. De aquella carrera que no terminé y que me llevó a otra para afianzarme con fuerza y experiencia durante casi 20 años. De armar y desarmar valijas. De emprender. De perder. De Encontrarme. De llorar mares y reír cielos. De despedir a mi abuelo. De aceptar su ausencia. De no pod

FRÁGIL

  “La vida es una frágil rama que se mece sobre un abismo”. - Zapatos italianos (2006) de Henning Mankell Nada absolutamente nada me preparó para este momento, éstos últimos días han sido un cúmulo de emociones, emociones adversas principalmente, sin embargo ha habido de todo, y siento que se me acaba el tiempo y también las fuerzas. Hoy me sentí débil y cobarde a pesar de toda esa seguridad emocional que intento transmitir, este miedo está tan a flor de piel que se quiebra con la primera copa de vino, con un abrazo o con un “te quiero” telefónico. Cómo te explico éste miedo a no regresar para verte crecer, éste dolor asfixiante de pensar en cómo te puedas sentir si yo no estuviera ahí para un gran día de tu vida, de no estar ahí para sostenerte cuando se te venga el mundo encima. O de que me olvides, quizás. Nada absolutamente nada me preparó para este momento, estoy tratando de encontrar las palabras para poder explicarlo. Cómo te explico que ya sé que esto es parte de la vida, que

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La historia está llena de héroes que nunca llegaron a los libros, personas que lucharon por sus familias y que son recordados en sus casas porque ni siquiera en la puerta de al lado conocen su historia. Yo conocí a uno de esos héroes, lo conocí a la mitad de su vida, lo conocí en su retiro y en su mejor faceta, lo conocí sabio y con una fortaleza que derribaba paredes –si se lo proponía-, un ser que se ubicaba después del prójimo para cuidarte la espalda, un padre atento, un abuelo que predicaba con su ejemplo. Un soñador.    Pero mi vida adulta, además de años me trajo ver que a aquel soñador se le escapaban los días entre los dedos, un ser incapaz de abrir los puños y desperdiciar los minutos pensando «qué hubiese pasado». No, él no se guardaba nada, y si lo hizo, fue por cordialidad. La letra con la que escribía sus días comenzaba a torcerse, por lo que sintió la necesidad de poner un punto y aparte. Se acercaba a esa parte de la vida en la que cada decisión construye un recuerdo en

LOS OBEDIENTES

Son las doce horas de un día laboral que parece inacabable, llevo mi cuerpo vestido y mi cincuenta por ciento de cara también, transitando el centro al reencuentro con unos clientes.  Subo y bajo escaleras, hasta la calle, vamos todos sincronizados a un reloj imaginario, que no marca horas, marca ritmos cardíacos. Somos rápidos porque la cabeza nos dice que llegamos tarde, así que obedecemos.  Cientos de semejantes se cruzan, unos corriendo, otros más despacio, hay tanta gente con planes, con prisa y precisión que apenas puedo moverme y todo se vuelve una lucha de pisotones en busca de espacio libre en un campo de batalla casi pegajoso.  Al cabo de un rato proseguimos la marcha de las botas, y llegamos a otro lugar donde se concentra el gentío. No entendemos nada hasta que el oído nos trasmite una vibración que nos impulsa a agitarnos. Esa vibración es música, un loquito con  Seven days in sunny June de Jamiroquai en sus parlantes que parece encantarnos. La música es la única sensació

RUTINA

Otro día más que termina, así como las ansias de verte que al paso de las horas se nublan con rapidez, se pierden entre las estrellas, y elijo perderme con ellas para por fin entregarme a tus brazos. Hoy no quiero tu compasión, no me cures las heridas. No hables, no hablemos. Eso nos distrae de lo urgente. Posa tu cabeza sobre mis piernas mientras escuchamos aquella misma canción. Un último indulto a la melancolía del fin del día, de la jornada agria, lejos de tus labios, de tus manos, de tu olor. Matemos al día, olvidemos la rutina y las preocupaciones, que el alma –dicen- no entiende de riquezas ni bondades. Y a mi corazón -si te soy sincera- únicamente le importan los orgasmos. Contigo.  

DOMINGO

Domingo de esporas. Como en los viejos tiempos, café y whiskey. Sobre el tejado. Pero sin el cigarrillo en la mano. Sin la resaca del día anterior. Sin una corta historia que contar. Sin el bar de siempre. Pero creando una historia, una historia larga. Llena de cariños, anécdotas, casualidades, perversiones. A más no poder. Sé que es un domingo de esporas aunque no las pueda ver. Un domingo melancólico. Por la falta de libertad. ¡Pero con el sueño del viaje! ¡Nuestro día! Puedo oler el café de tus labios. Escuchar tus pies descalzos. Se que ha llegado el momento... Con solo pensarte sonrió, me excito, me emociono. Taquicardia le llaman. Deseo le dicen. ¡Yo digo que es cariño! Todo el que provocas. Tus clavículas, tu abdomen, tus piernas, tu par de labios. No habrá orden. Domingo de pecado. No hay reglas. No hay limitaciones. Bueno una, en tus manos por unos momentos.  ¡Siente mi placer! Que los fluidos se unan. Que nuestras manos también. ¡Que buen café! Que hermoso domingo. ¡Mi amor!

ESOS DÍAS

“Cuando nos invade la pena, un día dura tanto como tres otoños. ”  Lê Thanh Tông   Ella sabía que era feliz, lo sabía y se sentía triste. Ni siquiera las gotas frías de la ducha alcanzaron para alejar tanto cansancio acumulado en su mente y bajo sus párpados. Sus entrañas le mandaban la felicidad a través de sus nervios y su cara estaba indemne. Tristeza y felicidad convivían en su sólo cuerpo. Se miraba en el espejo y solo recibía la peor versión de la tristeza a través de unos ojos irritados de tanto llorar sin lágrimas. Una mirada de lástima recorre cada uno de los huecos de agotamiento tratando de recordar la causa, mientras el café se enfría y queda olvidado sobre la mesa junto a las aspirinas. La televisión encendida, en silencio y las persianas bajas. Duele el sol, duele el aire, duele la vida. Esos días.

ABSTRACTO

Lo que no entiende el mundo es que para algunas personas el amor –a veces- se convierte en una barrera infranqueable y que no se trata de un capricho, ni tampoco de maldad, es simplemente un recurso para no sentirse vulnerables. Se establecen relaciones simultáneas por el mismo miedo que se tiene a ser abandonado y las relaciones se vuelven una montaña rusa de emociones con subidas y bajadas constantes. Ahora, imaginemos que ésta persona -que huye del mundo constantemente- fría y adormecida como una piedra en el fondo del mar, encontró su lugar.  Una taza humeante, con el mensaje grabado de «hoy todo irá bien», la espera sobre la mesa de luz. Ella está absorta en sus pensamientos, que divagan adormilados entre recuerdos de la noche anterior, caliente y desbocada. Envuelta en una sábana recorre la habitación juntando restos de su vestuario, el cabello revuelto cayendo sobre su rostro; y unas gotas de perfume perdidas en el escote, lo ve pasar, a él, dejando atrás la puerta del pasillo p

INMARCESIBLE

Era ella apoyada en el marco de la ventana mirando sus macetas, con su taza de té y su outfit linyera. Era ella leyendo una y otra vez aquel libro descolorido que tanto le gustaba. Era ella bailando con sus manos al son de la luz que se filtraba por los huecos de la puerta. Era ella con su lienzo y su pincel, dejando todo para después, amando el instante, llenándolo todo. y ella mirando al mundo por encima de los techos con los ojos cansados de llorar en la penumbra sintiendo el frío de las distancias. Era ella jugando a soltar, porque estaba completa. Era ella en baños de espuma y canciones de los sesentas. Era ella inventando recetas, reteniendo instantes y olvidándolo todo en una siesta. Era ella y ya no está conmigo, se fue hace un tiempo a dormir, grotesca como los gigantes de las cuevas. te despierto, te rescato, desolada hoy junio. Y adonde florecerás sin mí?

FALSA NIEVE

Apenas despunta el amanecer. Se escucha el primer trinar de pájaros y, a lo lejos, los sonidos incipientes de una ciudad que despierta. El aroma a café impregna la casa. Una taza humeante y el cabello revuelto en sintonía de una gran bufanda. Un último sorbo y me dirijo al mundo. La blanca helada hacía contraluz sobre todas mis pisadas. A veces blanca, a veces gris, a veces frágil entre espacios de silencio luminosos, formaba copos microscópicos inquietos amasados por el viento en la ligereza del vacío. Descendía sobre mis manos cubiertas de lana, con toda su luz y su insólita brevedad. No era nieve, era un glacial de ternura evaporada que respiraba, una blancura traslúcida que solo podía ser obra de la magia.

DELIRIO

  “Y mientras que el ensueño pertenece a todo el mundo, el delirio sólo pertenece a los poetas”.  Vicente Huidobro A diferencia de la mayoría de los mortales, amo las agujas y esa sensación previa a la inyección en que tu cuerpo negocia con tu mente las costas del dolor. Quizá por eso prefiero y me dejo inyectar mi adoradísima anatomía, a tomar medicamentos por mil años, pero bueno, lo segundo sigo lidiando y lo primero, no podía evitarlo. Después de tres días de fiebre arriba de los cuarenta, algo andaba mal por lo que, d ebía quedar internada un par de días que terminaron siendo dos pares.  Él   tuvo que volver y yo quedarme en una extraña habitación, con los brazos lastimados de tanto revolver mis venas que explotaban como el magma dentro de un volcán.  Mientras el fuego crepita, apenas interrumpiendo el silencio que él había dejado yo no pude calmar el frío que me atormentaba. Me acurruqué en la camilla como una bebé que espera ser alimentada y juego a observar cada detalle de

YA NO SIN TI

“Nunca se escapa la que se quiere dejar coger”. Francisco de Goya. Me gusta irme de vos y regresar a contarte mis aventuras, la soltura de mi ombligo, la danza de mi cadera, las manos que me aprietan la cintura, el sabor de mis dedos en la madrugada porque somos una misma llama, amando lo que fuimos, abrazando lo que somos. Traigo un orgasmo en la yema de los dedos, cosquilleándome el útero, humedeciendo mi sexo, haciendo espirales al centro de mi cuerpo. El viento sopla y me evaporo. Me despido del mundo, cierro la puerta y apago las luces para quemarme a solas. Al finalizar la semana viendo el amanecer del domingo, pájaros en la ventana y la luz del sol bañándonos, te conté todo, te gustó y penetraste mi cuerpo por completo y seguimos juntos, como siempre.

PRETÉRITO IMPERFECTO

“No creo en el destino. Creo en las señales.” Elisabet Benavent Si eres de los que proyectan tal vez te encuentres como yo y mis hace 20 años atrás imaginando cómo sería mi vida en el futuro, pensando cómo será mi esposo, mis hijos, mi trabajo, mi hogar. Ese nimbo pintoresco de felicidad y perfección. A medida que pasa el tiempo te vas acercando a la única verdad que significa la existencia y que difícilmente se cumplirán alguno de tus pronósticos, pero puede ocurrir que tengas cierta certeza de que una de ellas pueda cumplirse. Entonces es cuando a mitad de la vida te lanzas al mar y nadas hacia algún propósito, solo, sin faro ni salvavidas. Hasta que golpeas tu cuerpo adormecido por las olas y la sal contra un risco, y duele. Duele enterarte que las personas cambian, no solo de aspecto, de mentalidad, de hábitos sino que también de sentimientos. Y vos cambiaste. No puedo volver el tiempo atrás y sentarme a soñar y proyectar de nuevo, no puedo y no quiero saber si realmente me convi

MÁS DE ESO

“Ella es el ornamento de su sexo.” Charles Dickens Tengo un tema y es que no puedo vivir sin sexo, es decir, soy un ser humano, uno, dos días me lo banco pero no más y eso me desespera, mi mente se vuelve paranoica y mi ansiedad avasalla a mi humor y a mi paciencia y hoy fue uno de esos días, el día tres. Llegada de un día largo de mucho trabajo (para no pensar), una vez más, me encontraba sola en mi habitación, bebiendo un resto de malbec con la mirada perdida. Sólo podía pensar en él, en sus manos, sus ojos, y su fuerza que me transporta a los confines más oscuros y perversos de mí ser. Solo pensarlo hizo que mi cuerpo se estremeciera y ardiera en deseo, aunque por momentos trataba de controlar mi mente, pero era inútil, era el día tres. Comencé a bajar la mano y a jugar con mi cuerpo. En mi mente sólo aparecía él y sus manos abrazándome con desesperación, con hambre pero con ternura. Mi sexo estaba húmedo e hinchado a tal grado que el simple roce con mis dedos me estremecía y a

LOS MÁS FELICES

“Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una”. Voltaire Más allá de que sea un cliché cultural acentuado por las redes sociales, la música de moda, las películas, los libros de auto-ayuda, las sectas y los coloquios de superación personal. Todo, pero todo en este mundo está diseñado para celebrar la felicidad. ¿Pero qué mierda es la felicidad? Por un lado nos encontramos con que la felicidad debe, idealmente, demostrarse e inmortalizarse rápidamente en una fotografía, exponiéndonos a una especie de competencia para ver quién es más feliz o, a una angustia ante la naturaleza pasajera de dicho estado, lo cual exige sonreír, y los que sonríen más grande, automáticamente obtienen la distinción de “los más felices”. Por otro lado, está comprobado que contemplar la felicidad ajena en las redes genera depresión, what?. Y ¿qué pasaría si un día simplemente no estoy con ánimo de vivir momentos felices y prefiero, por ejemplo, entrega

CÁPSULA DEL TIEMPO

“Lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo.” Proverbio árabe Sé que muchas veces bromeo con la idea de los viajes en el tiempo y toda la ciencia ficción que ha dejado Arthur Clarke ardiendo en mis retinas lectoras. Guardo en una caja que no es tan grande, el resumen de mi vida, desde fotos, mi diario íntimo de la juventud, boletos de cines y conciertos, cartas de enamorados de la primaria y secundaria, la tarjeta de invitación al primer cumpleaños de mi hija y una nuez ennegrecida que mi abuelo me pidió que guardara y que hasta el día de hoy no le encuentro el significado. Accedí –como no lo hago hace mucho tiempo- a leer esas cartas, y fue tan arcaico y a su vez como estar en casa, son de esas que se escribían sobre papel y que estaban tatuadas en tinta, de esas que se doblaban en cuatro partes para acomodarlas en un sobre blanco, sellado herméticamente con pegamento, con un destino en el frente y una invitación de respuesta en el dorso, mis diari

ANTES DE QUE TERMINE EL DOMINGO

“Sólo el latido unísono del sexo y el corazón puede crear éxtasis” Anaïs Nin Acurrucada aún con vestigios de un sueño reparador, mi cuerpo desnudo envuelto en la suavidad de la cama ya desecha, una extraña música colándose entre mis delirios oníricos y devolviéndome nuevamente a la vida. Te miro. Consciente del desvelo y sin querer abrir los ojos para no perder el hilo de la historia, me concentré en descifrar cada nota de tu cuerpo con mis dedos, y lentamente con mi lengua. Intentas despertar, pero te hundes cada vez más, te entregas y yo no me detengo, todo parece guardar cierta coherencia rítmica, el resto lo completa mi imaginación. La estrepitosa luz del amanecer queriéndose asomar por la ventana, tu mirada perdida en la oscuridad de tus párpados cerrados y la distensión de tu cuerpo gozando de armonía, mientras tanto, aquella música sigue sonando. Intento reincorporarme haciendo un gran esfuerzo por separar los párpados para terminar de enfocar y en silencio contemplarte pa

ALUNIZAJE

-Según la Real Academia:  1. Posarse en la Luna. 2. Dirigir un vehículo contra la luna de un escaparate con la finalidad de romperla... - Según mis cojones:  Caer duro o caer suave. Acomodada al pie del precipicio de la vida respirando profundamente y venciendo el vértigo que siempre he tenido, miro hacia abajo, hacia el fin, hacia la meta. Es raro, pero desde acá nada parece tan complicado. El viento en la cara parece darme un mensaje, las ideas se volvían cada vez más claras, pero me ganaba la determinación. Era el fin, mi misión. Sentada con los pies colgando al vacío, mientras en mi mente se batía a duelo los miedos, las dudas y mi profundo dolor. Y así permanecí durante horas, incapaz de poner fin al calvario de mi existencia. El sol se ponía sobre el horizonte, el cielo vestía de gala rojizo, me puse de pie y cubrí mi cara lavándola con las lágrimas que resbalaban y bailaban al son del viento, mis piernas temblaban mientras me esforzaba para mantener el equilibrio y no caer

VACANTE

"Nada importa. Hace mucho que lo sé.  Así que no merece la pena hacer nada.  Eso acabo de descubrirlo."  Janne Teller. Nada. Vienen los vientos y con ellos los cambios, y sigo sin descifrar el enigma. Sigo cayendo a lo profundo, aunque vos no vengas conmigo. Cada día callando un poco más, hablando casi siempre de lo mismo. Yendo a toda prisa, a ningún lado. Me amo y me odio... eso soy o no soy nada. Un vacío total.

NÁUFRAGOS

“En la humanidad nada acaba del todo; cada cosa se detiene para volver a empezar”. Yoritomo Tashi Huimos juntos de la distancia que nos mantenía lejos para volver unidos. Madrugamos para subirnos a esa barcaza a prueba de cobardes, para que en medio del mar, más allá de donde los faros seducen, no hubiera escapatoria. Nos mecen las olas, los altibajos, los vaivenes pasados. Nos mecen las certezas, las ilusiones y las dudas que nos han traído engañados hasta este mar en calma. Nos mece la vida, saliendo a nuestro encuentro, como ese tibio sol del horizonte que se alza manchando de luz todo lo que acaricia. Me mecen los nervios, la prisa y la calma. Me mecen los latidos que por momentos me delatan, que por momentos me hacen dudar de si sigo viva. Me mece la esperanza, esa alegría contenida que ve más allá de donde alcanzan nuestros ojos. Y entre una madeja de pensamientos, noto que te acercas por mi espalda. Desviamos la mirada para que no podamos leernos los ojos que, aunque aún