Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas de enero, 2017

LAS MANOS DE MI ABUELO

Cuando era apenas una niña y por circunstancias del destino me tocó pasar la mitad de mi vida con mis abuelos, a pesar de los motivos de por qué llegué ahí, para mí fue un privilegio. Recuerdo que solía pasar mucho tiempo en la huerta de mi abuelo, ya sea para jugar con mis primos, para comer frutas de los árboles o simplemente para estar sola, bajo esa gran sombra, ese olor a tierra mojada y paisaje de cuento que él mismo con su infinita paciencia lo hacía posible. Sus manos estaban siempre ocupadas en algo, esas mismas manos que trabajaron durante toda su vida, cansadas y consumidas por los años. Al igual que su mirada, tan particular como una cicatriz en el alma que brota por sus ojos, mezcla de nostalgia y placidez, tan llenos de historias, quizás de aquellos años duros de más de una pérdida, quizás de algo demasiado hermoso que no se puede explicar. Ahora que estoy mirando hacia atrás, a los años que pasamos juntos y que me hacen regresar a esos días que atesoro en el alma, pie