JODIDA/MENTE

Una copa de merlot, bastante de ese rock y nada que huela a él. Después de la noche de hoy, yo salí escopetada por el sujeto q sabe como encandilarme, harta, hastiada de tanta insensibilidad, de tanta indiferencia, de tanta nada de parte de quien escribe. De tres horas vacías, perdidas, malgastadas. No hay nada peor que no sentir. Y hoy se ha sentido muy poco. Se ha sentido nada. Tengo definitivamente el don de atraer a la persona q quiero, y perderlo con la misma facilidad... soy yo? son mis ideas? No se como hacer para dejar de ser así. Éramos el uno para el otro y de repente el viento sopló en otra dirección y me quedé así, sin Nada. Nothing. Niente. Rien. Sólo con la frustrante sensación de haber echado a perder una noche q podría haber sido magnifica, ahora me encuentro perdida entre la enorme masa de agua de la mediocridad de los días planos. La nada. Yo me la imagino como un espacio en blanco, sin límites. Pero hoy podría tener, perfectamente, la forma de él acostado a mi lado,

Todavía me cuesta adaptarme a la sociedad, lo noté cuando ví que la bolsa de la basura que no la saco hace dos semanas comenzó a tener movimientos propios, no puedo quedarme encerrada para siempre en mi casa dependiendo de los delivery, me dije: tengo que salir Y LO HICE!!! Para empezar mi recorrido por el mundo exterior, lo primero que me pregunté fue ¿adonde voy? –la respuesta llegó sola cuando abrí la heladera y solo había un huevo en la huevera. Me pongo cualquier cosa encima, tomo mis gafas anti-sociales solares y salgo hacia el… SÚPER!!!. Voy caminando con mis emepetrés a todo volumen, paso por un lugar como en construcción y veo (porque no puedo escucharlos) que unos flacos me dicen piropos y pienso que estoy ridículamente vestida como para que alguien me diga algo, nadie puede piropearme así eh. Lo miro mal al flaco pero me doy cuenta que con mis gafas antisociales solares no se da cuenta como lo miro, que pelotuda!, entonces bajo el volumen del emepetres y ahora síiii escuch

Después de una eterna modorra, anuncio el retorno de este intento de bitácora reflexiva. Esta vez voy a intentar ser menos ofensiva para que todos logremos la paz interior ¿?. Pero ¿por qué volví?? Bueno resulta que estaba yo sentada en las afueras de mi castillo de naipes tomando un Famous Grouse y fumando unas florcitas que recolecté de mi inmenso jardín, y me dije basta de la buena vida!!. Esto no es para mi!!!. Sin sufrimiento, sin presión alta, sin el reloj gritándome al oído cada mañana, me encuentro aquí, rodeada solamente por el éxito, la fortuna y los vicios… esta no es la vida que vine a buscar del otro lado del espejo!!! Fue así que empaqué mis pertenencias (dos pantalones (uno apolillado y el otro casi), unas pantuflas de conejo (a uno le falta un ojo), un libro de Cortázar, una remera robada a Jackie y una campera que todavía no pagué) y me fui directo al mundo terrenal. Mientras viajaba de vuelta a aquello que ya extrañaba pensaba en la posibilidad de un posible arrepent