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AGORAFOBIA

Todavía me cuesta adaptarme a la sociedad, lo noté cuando ví que la bolsa de la basura que no la saco hace dos semanas comenzó a tener movimientos propios, no puedo quedarme encerrada para siempre en mi casa dependiendo de los delivery, me dije: tengo que salir Y LO HICE!!!
Para empezar mi recorrido por el mundo exterior, lo primero que me pregunté fue ¿adonde voy? –la respuesta llegó sola cuando abrí la heladera y solo había un huevo en la huevera. Me pongo cualquier cosa encima, tomo mis gafas anti-sociales solares y salgo hacia el… SÚPER!!!. Voy caminando con mis emepetrés a todo volumen, paso por un lugar como en construcción y veo (porque no puedo escucharlos) que unos flacos me dicen piropos y pienso que estoy ridículamente vestida como para que alguien me diga algo, nadie puede piropearme así eh. Lo miro mal al flaco pero me doy cuenta que con mis gafas antisociales solares no se da cuenta como lo miro, que pelotuda!, entonces bajo el volumen del emepetres y ahora síiii escucho con claridad los gritos de los flacos: ¡¡¡piba está fresco, no pises ahí!!!.. el cemento está fresco boludaaaa!!! Y yo: -hmmm??. Perdón!!!-. Sigo caminando, toda enojada, porque me creí otra cosa. Fácil me quedaban tres cuadras para cumplir con mi misión, llegar al... "supermercado", me cruzo a una viejita y me mira con cara de orto, me cruzo a dos, tres y así todas con las misma cara… y digo la pucha que viejos se están poniendo todos, hago unos metros más y llego al último tramo, el más peligroso, la cuadra de… “los promotores” y me acerco despacio, sigilosamente, pero ellos se dan cuenta, rechinan sus dientes y me observan preparados para atacar con sus folletos y sus promociones… chanchanchan (música de tiburón de fondo), y esquivo a uno ¿quiere adelgazar 60 kilos en 3 dias?- no, gracias-, a otro ¿tiene problemas de erección? –No, gracias- a otro ¿quiere hacer un curso de computación? –No, gracias-, y a otro ¿quiere dejar las adicciones? -Ni en pedo!!!
Y de pronto (chaaan aparece el enorme súper) mi ingreso no fue muy agradable ya que no me percaté de la puerta automática (siempre dudo pasar cuando me enfrento a una de esas) y siempre me atrapa, a mi dejame con el tire-empuje. Ya me sentía muy cansada, así que entré y lo primero que observo es el techo ¿porque los tienen que hacer tan aaaaltos? todo ese espacio sumamente al pedo ocupado por cartulinas colgantes con números gigantes, me mareo un toque y quiero vomitar, entonces le pregunto a un flaco que estaba ahí reponiendo las góndolas: -¿adonde encuentro azúcar?, -en el sector 6-, aaaaa muchas gracias pelotudo!!! –pensé-, y después de recorrerme seiscientos millones de sectores encontré lo que buscaba. En fin compré más de lo que pensaba (que me alcanzaría la guita) y me enfilo hacia las cajas… cajas... cajas… hice masomenos 60 kilómetros de fila para llegar a una que no acepta más de 10 productos (tenía 12) FUCKKKK! le explique con todo mi amor que no sabía, que era nueva en el mundo y que me dejara pagar o le estropeaba la cabeza contra el piso... en serio! (bueno, menos lo último). Me dejó pasar y me fui felizzz… bueno, salvo por el regreso ya que tuve que enfrentarme nuevamente con esas fucking personas. A los promotores los golpeé uno por uno con mis bolsas mientras pasaba, a las viejitas por mirarme mal las miré peor y a los albañiles les pisé nuevamente toooda la vereda fresca por llamarme boluda. Listo!!! ya me sentía realizada y en paz porque había cumplido mi MISIÓN con éxito y además ya tenía para comer. Estaba de vuelta en mi mundo interior, me saqué las zapatillas con suela de cemento, me serví una copa de Martini, me armé un fasito y a descansar de tanto, tanto mundo exterior.

Me lo tenía merecido.