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FRÁGIL

 

“La vida es una frágil rama que se mece sobre un abismo”.
- Zapatos italianos (2006) de Henning Mankell

Nada absolutamente nada me preparó para este momento, éstos últimos días han sido un cúmulo de emociones, emociones adversas principalmente, sin embargo ha habido de todo, y siento que se me acaba el tiempo y también las fuerzas. Hoy me sentí débil y cobarde a pesar de toda esa seguridad emocional que intento transmitir, este miedo está tan a flor de piel que se quiebra con la primera copa de vino, con un abrazo o con un “te quiero” telefónico.
Cómo te explico éste miedo a no regresar para verte crecer, éste dolor asfixiante de pensar en cómo te puedas sentir si yo no estuviera ahí para un gran día de tu vida, de no estar ahí para sostenerte cuando se te venga el mundo encima. O de que me olvides, quizás.
Nada absolutamente nada me preparó para este momento, estoy tratando de encontrar las palabras para poder explicarlo.
Cómo te explico que ya sé que esto es parte de la vida, que hay subidas y bajadas y que el miedo y la decepción no tienen que ser una barrera ni mucho menos una amargura, que no hay que rendirse nunca, que cada latido tuyo son la fuerza de mi existir, aunque sientas algún día que no encuentras inspiración. Cómo te explico que la vida sigue y por ciclo natural llegará otra y que posiblemente volverás a sentirte así o peor, pero para ese tiempo ya tendrás la suficiente experiencia para entender el camino, que tras el dolor llegan ligeras recompensas, te levantarás y lo darás todo, nuevamente. 
Cómo te explico corazón que en este mundo tan terrenal las personas van y vienen sin siquiera avisar, que al tener razón se nos olvida un poquito el corazón. Que para avanzar tendrás que dejar atrás tantas cosas, pero sin olvidar de dónde vienes, que habrán muchos nuevos comienzos, que todos serán buenos aunque algunos lo llamen fracasos, pero la vida –creo- de eso se trata. No lo olvides, cómo te pido que no olvides esas cosquillas que te llegan hasta el alma, las esperanzas y las ganas que te levantan cada mañana. Cómo te pido que hagas algo que yo aún no descifro como lograrlo. Te pido, que seas feliz.
Cómo te explico que éste miedo que me está atravesando el alma puso al descubierto mi fragilidad, pero que te prometo lo superaré, que pronto me levantaré y volverán nuestras noches de insomnio, nuestros domingos de musas y arte y nuestras clases de cocina.
Cómo te explico que estás en cada latido, cómo te explico que aunque me estoy muriendo de miedo, lo superaré. Aún no me he ido.
Te amo.
(mamá)