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CONVERSACIONES A LOS GRITOS CON EL CALEFÓN, CON UN LIBRO Y CON UN ENCHUFE FUNDIDO...

Noche indescifrable, insomnio irremediable. Clamo una lágrima que salga de este corazón frío e insensible, un olvido sin nombre perdido o alguna sensación sin tener que recurrir a la lógica o a mis razones extra-vivientes.
Soy una pobre demente, una especie de poema tratando de nacer que se extingue y duele. Tengo ganas de llorar, de ahogarme en lagrimas rojas, de flotar muerta y resucitar en mi pasado, de pugnar mi inocencia y absorberla en la palma de mi mano.
Deambulo por las calles como una sombra perdida, escapada y sin querer tener dueño otra vez. Tal vez debería dejar de enloquecer por un tiempo, antes que me de cuenta que simplemente quiero ser algo que no soy, o lo soy y no me doy cuenta.
Seguramente muchos se preguntaran que mierda me pasa ¿por que escribo de esta manera? y la respuesta es que anoche después de luchar mano a mano con el insomnio y con mis muebles tuve un sueño hermoso, decente y justo.
Y es por eso que hoy odié haber despertado siendo yo otra vez.