Son días malos cuando la musa se pierde en el ruido,
el amor se vuelve intratable y el temor me toma de la mano.
Pasos agotados,
rutina inconclusa,
filosofía difusa.
La inspiración no arde,
extraño bailar,
vibrar,
vivir.
Soy una extraña.
Extraño mi cuerpo,
la arcilla entre mis dedos
la pintura en mi ropa
sentir
observar en silencio.
Huir de todos lados.
Huir.
Sin embargo, escribo.
Escribir fue la única manera que encontré para llorar.