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PRIMAVERA

El primer registro fósil de una flor data de 140 millones de años, la humanidad existe hace 140 mil, y nosotros hace 40.  A las plantas volverse "impermeable" como estrategia de adaptación, la desarrolló hace 400 millones de años. Nosotros adaptarnos al mundo no aprendimos, nuestros cuerpos adaptarse entre sí, un minuto.
Veinte de septiembre y el cielo gris se posiciona en mi ventana, la insistencia de las nubes para entrar y arrastrarme a su tristeza inclemente, un poco me gusta como intentan engañarme con su melancolía, pues, ellas saben de mí. Abriré las ventanas para que pueda entrar la brisa helada así de a poco nos despedimos de sus últimos días de protagonismo para entregarle su imperio a ella, la primavera.
Escribiré antes de que se me congelen los huesos y también las ganas, voy a esforzarme por no dramatizar y solo entregarte lo bueno porque sé –que de todas formas-  estarás ahí para abrigarme con tus brazos y que se sentirá como una taza de café por la mañana.
Te miro y, puedo vernos en nuestras próximas reencarnaciones así, perdidos pero encontrándonos en cada pueblo, en cada bar, en otros idiomas, en cada satélite, viéndonos y desvistiéndonos en otros siglos, y buscándonos nuevamente sin importar la evolución y como nuestros cuerpos luzcan. Me amarás como el primer día, te amaré como el tercero. Con mi alma rota y mi locura, dejaré los miedos. Abriré las puertas para dejar entrar todo lo que tenga que venir. No haré listas, solo viviré con la única fórmula que vengo siguiendo, mis sentimientos. Hasta que se vaya quien se tenga que ir, y se quede quien pueda verme de verdad. Lloraré por lo que creí para siempre y agradeceré por lo inesperado que siempre es lo necesario. Tal y como me ha enseñado la primavera, regresaré sin importar los tiempos, para encontrar lo que creía imposible. Me marcharé cuando deje de respirar pero, sin antes agradecer por haber vivido intensamente.
Mañana es veintiuno y no pronostican día soleado pero, miraré por la ventana a la estación que sin haber ganado igual nos corona con sus flores y un poco alivia el alma de los rotos y los desconocidos.