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DOLOR

Estoy triste y como siempre recurro a la escritura como medio de escape. Ayer se murió mi conejito, mejor conocido como “Señorconejoblanco” con el que viví casi dos años, era mi única compañía al llegar a casa ante tanta soledad, era un conejito hermoso, muy subestimado por ser conejo pero era muy inteligente, lo amé tanto que me duelen los ojos de tanto llorar. Ayer por la tarde -antes de regresar a mi trabajo- le llené su cubeta de agua y el asomó su nariz y sus patitas para que lo acariciara una vez más, -siempre me hacía lo mismo- y eso fue lo último que recibí de él. Se fue una gran compañía para mí que durante los violentos últimos tiempos me alegraba el sólo hecho de verlo, lo recordaré y lo amaré por siempre. Ahora lo extraño y lloro porque siempre lo voy hacer, es que fue tan doloroso haberlo visto así, como que no lo puedo creer, hubiera querido tenerlo conmigo para siempre. Recuerdo sus alimentos preferidos y que le gustaban cosas aparte del alimento normal para un conejito también le gustaban cosas inusuales como el papel o el cable de los cargadores de celulares, si, era muy curioso y cariñoso de chiquito le gustaba mucho jugar con mi pelo, lamerme la mano y acostarse en mi cama a mirar la tele mientras lo acariciaba, y si me descuidaba él mismo con su boquita me tocaba para avisarme que no deje de hacerlo. Era un conejo feliz.
Creo que ya perdí la cuenta de cuantos conejitos tuve en mi vida y salvo una vez que tuve uno con manchitas, a ese le puse “Morfeo”, todos los demás fueron blanquitos y por supuesto con el mismo nombre “Señorconejoblanco” –como un homenaje al autor Lewis Carroll de Alicia en el País de las Maravillas-.
Cómo me cuesta asimilarlo la puta madre! ¡me cuesta creerlo! cuando hoy me levanté vi su jaulita vacía y me pregunté ¿será verdad?. Te amo y te amaré por siempre, te voy a recordar siempre. Gracias por tu compañía, espero que haya alguien que lo pueda entender y así no quedar como una fucking loca de mierda. Sólo quería que sepas que fuiste el mejor compañero que tuve en la vida, descansa en paz conejito lindo te voy a extrañar por siempre.
Ojalá estas palabras llegaran hasta vos en el idioma y modo que lo puedas entender. Anoche soñé con vos y en mi sueño te abracé tan fuerte como pude, pero al final te dejé ir, y en salto en salto te vi alejándote de mí para regresar al bosque de donde nunca tendrías que haber salido y donde algún día -si existe un dios para mi historia- nos volveremos a encontrar.