Todavía me cuesta adaptarme a la sociedad, lo noté cuando ví que la bolsa de la basura que no la saco hace dos semanas comenzó a tener movimientos propios, no puedo quedarme encerrada para siempre en mi casa dependiendo de los delivery, me dije: tengo que salir Y LO HICE!!! Para empezar mi recorrido por el mundo exterior, lo primero que me pregunté fue ¿adonde voy? –la respuesta llegó sola cuando abrí la heladera y solo había un huevo en la huevera. Me pongo cualquier cosa encima, tomo mis gafas anti-sociales solares y salgo hacia el… SÚPER!!!. Voy caminando con mis emepetrés a todo volumen, paso por un lugar como en construcción y veo (porque no puedo escucharlos) que unos flacos me dicen piropos y pienso que estoy ridículamente vestida como para que alguien me diga algo, nadie puede piropearme así eh. Lo miro mal al flaco pero me doy cuenta que con mis gafas antisociales solares no se da cuenta como lo miro, que pelotuda!, entonces bajo el volumen del emepetres y ahora síiii escuch...
si no sabes adonde vas, cualquier camino sirve