Ir al contenido principal

LA PUTA MADRE

Si tu vida te parece horrible… sonríe. Estás a punto de enterarte de que hay gente que la pasa peor.
Hola, que tal? soy tu conciencia y me gustaría pedirte que no recurras a mí cada vez que vas a cometer un acto de pelotudes. Si, eso es exactamente lo que pensé que diría mi conciencia cuando dejé escapar la oportunidad de mi vida. Bueno, teniendo en cuenta que mi vida vale lo mismo que tu nivel de cordura al leer este blog, no?
Resulta que ayer me crucé por casualidad y solo por casualidad a una vieja “señoragentebien” que conozco por mi trabajo, esas que te pasan todos los datos habidos y por haber (sin que uno se lo preguntara) acerca del country, de sus autos, de sus nietos, de los autos de sus nietos y de toda la gente de mierda que la rodea. A lo que yo y mis ávidas ganas de atropellarla con una Dodge 1500 nos vimos obligadas a escuchar sus historias de vida salidas de canal Sony una vez más.
Luego de un rato (unos 20 minutos) me ofreció ir a su casa para seguir la pseudocharla y para mostrarme no-se-que-cosa-que-no-llegué-a-escuchar-porque-no-me-interesaba. Yo solo contaba con 40 minutos (descontando los 20 perdidos al pedo). Lo procesé tres segundos y medio y le dije que no. Le pedí disculpas pero estaba muy apurada por mi trabajo (mentira).
Cuando llego a mis labores me entero por casualidad y solo por casualidad que la “señoragentebien” estaba buscando una asistente personal a la que le ofrecería un buen billete a cambio de que le solucione parte de su agitada agenda social, cosas como trámites, compras, fiestas, y más fiestas, pero no cualquier fiesta, fiestas de esas que sobra el champagne y los comentarios acerca de yates, Mercedes y viajes alrededor del mundo... etc.
Pero yo me fui. Huí despavoridamente sin saber de nada. Me di a la fuga por el simple hecho de ser como soy, una pelotuda narcisista intolerante a las charlas de gente con tiempo. Una vez más dejé pasar una buena oportunidad solo por no bancarme un par de minutos de ciencia ficción. Por no ser copada. Por ser y por no ser.
A continuación un análisis que hice con el pianito diabólico de Doors sonando de fondo. Hace dos semanas cumplí años y sigo siendo igual que siempre, no cambié absolutamente en nada, no me siento ni más vieja ni más sabia, la felicidad sigue habitando solo en mi imaginación y las decisiones que tomo siguen siendo igual de erróneas que el año pasado. Y así con la frente bien puesta en la parte superior delantera de mi cabeza sigo mi camino donde la humedad y los pelos del señorconejoblanco ya ocupan una silla más en la mesa tambaleante del comedor de mi frío y oscuro hogar.

Chau. Mañana será otro día.